Capitulo 24 TERCERA TEMPORADA

A penas habia llegado a "su parte baja" cuando comenzó a sonar el telefono. Zayn puso cara de saber que le iba a dejar allí tirado e iba a contestar.
-Tengo que cogerlo.-Entré en la casa.
-Quién es?.-Dijo mientras suspiraba.
-Mi padre.

~Al telefono~
-Hola, papa?
-Si, siento no haber atendido al telefono. He tenido unos problemas de cobertura.
-No pasa nada, y Sean?
-Aquí está, vamos de camino a Bradford.
-Enserio?
-Si, aún nos quedan dos horas de camino.
-Bueno, llamame en cuanto llegues, Zayn irá a por Sean.
-Vale. Adios cariño.
-Adios.
~Fin~

Zayn estaba apoyado en la pared, mirandome con cara de desesperación.
-Alfinal me vas a dejar así, no?
-Zayn, es Sean. Tengo que verle.-Le besé.-Me entiendes?
-Supongo que si.
-Oye, aún nos quedan dos horas antes de que lleguen. Que te parece si nos vamos a casa, llenamos la bañera con mucha espuma y nos damos un baño?.-Sonreí.
-Bueno... Un baño completo?.-Rió.
-Vaale.-Le besé.

(...)

Alfinal más que dandonos un baño acabamos... En fin, ya me entendeis.
-Ya estás contento.-Le llené la nariz de espuma.
-Si.-Me besó.
-Creo que será mejor que nos preparemos. Sean llega en media hora.
-De acuerdo.
-Date prisa, tienes que ir a por el.
-Que si pesada.-Me agarró los mofletes.
Ambos salimos de la bañera. Mientras Zayn iba a recoger a Sean, aproveché para ponerme el pijama. Estaba un poco nerviosa, me resultaba raro el hecho de "conocer" a mi propio hijo.
Después de un tiempo, escuché como la puerta se abría y unas risas atravesaban el silencio de la casa.
-Beca!.-Gritó Zayn.
Tomé aire y bajé las escaleras. Allí estaba Zayn, de espaldas a mi con un niño en los hombros. De repente se giraron.
-Mama!
-Sean.-Lo tome en brazos y lo abrazé.
-Te he echado mucho de menos.
-Yo a ti también cariño.-Le besé la frente.
-Me estaba contando que quería dormir con nosotros.-Dijo Zayn.
-Si, buena idea. Así nos puedes contar a papa y a mi que tal te ha ido en el viaje.
-Venga, vamos a darte una ducha y nos acostamos, vale?.-Dijo Zayn.
-Si, pero tengo un poco de hambre.
-Yo te preparo algo mientras papa te ayuda a ducharte.-Le dejé en el suelo.
-Ya que estás haz para mi también. Ese baño caliente me ha dejado hambriento.-Me guiñó un ojo.
-Vale.-Reí.
Hize una tortilla para Sean y una "adorada" pechuga de pollo para Zayn. Le encantan.
-Chicos, bajad.
-Y después se fué de los defensas, llegó a la porteria y... Sabes que pasó?.-Decía Zayn mientras sujetaba a Sean en plan saco.
-Metió un gol!
-Metió el gol del siglo. En la escuadra derecha, de medio lado. Todo el estadio se puso en pie.
-De que hablais?.-Dije dejando los platos en la mesa.
-Del gol de Messi.-Dijo Sean.
-Bah, Messi dice. Y Cristiano que?
-Messi es mejor que Cristiano.-Dijo Zayn.-Sus balones de oro lo demuestran, monada.-Me guiñó el ojo.
-Si mama, tu tienes que animar al Barcelona.
-Ni muerta. Comed ya que se os va a enfriar la comida.
-Pues tu te has puesto mi camiseta del Barça más de una vez.-Dijo Zayn.
-Mira, donde se ponga el Chelsea no se pone ninguno.
-Eres del Chelsea?.-Dijo Sean.
-Si.
-Desde cuando?.-Rió Zayn.
-Desde siempre.-Bufé.
-A tu madre lo que le gusta del Chelsea es que está Torres.-Dijo Zayn.
-Pues mira, si.-Hize una mueca.-Podemos dejar de hablar de futbol? No es un tema que me apasione.
-Vale.-Contestaron ambos.
Estaba recogiendo la cocina, cuando me giré, los ví a ambos, poniendo caras raras y enseñandose la comida mutuamente.
-Valla dos.-Dije.
-Sean, que haces. Terminate la tortilla.-Dijo Zayn.
-Claro, la culpa es de Sean.-Ironicé.-Venga, los dos a la cama.
-Si señora.-Voceó Zayn.
-Dejate de tonterias anda.
Recojí los platos en lavavajillas y subí a la habitación.
-Oye...
-Sh, se ha quedado frito.-Susurró Zayn.
-Es como un angelito.-Me tumbé en la cama.
-Quiero que tengamos una niña.
-Para que?
-Para amenazar a su novio.
Ambos reimos.
-No enserio, hacemos unos niños muy monos.-Reí.
-Como yo.
-Claaro.
RING RING.

Narra Zayn

De repente sonó el telefono.
-Quién es?.-Dijo Beca.
A medida que hablaba, iba abriendo más y más los ojos.
-Que pasa?.-Dije asustado.
-Pero mi hermano... A no?... QUE?.-Me miró. Tenía la cara palida como el marmol.
-Beca, quién es? Que ha pasado?

(...)